Temple y Revenido

Es el proceso necesario para dar a los aceros la dureza posible según su composición química. En la primera etapa del temple, se logra la máxima dureza posible según el acero y en el revenido, se va reduciendo esa dureza para lograr las características deseables de dureza, tenacidad o elasticidad.

pieza elástica para templar y revenir
Pieza elástica para templar y revenir

En el temple, se lleva el acero a una temperatura de entre 800 y 1000°C según su composición química, se mantiene esa temperatura un lapso que depende del tipo de acero y del tamaño de la pieza, y luego se somete la pieza a un enfriamiento controlado, ya sea en un baño de aceite, de sales fundidas, de agua o al aire forzado, dependiendo la elección del enfriamiento de las características propias del acero.

Si el temple es completo, las piezas quedan con la máxima dureza posible para ese acero, y deben ser sometidas en breve lapso a un revenido de eliminación de tensiones seguido del revenido destinado a reducir la dureza a los valores deseados.

Se entiende por revenido a un calentamiento a temperaturas entre 200 y 500°C, generalmente en hornos con recirculación interior del aire para garantizar la uniformidad de la temperatura en toda la carga. Dada la baja temperatura es en general admisible prescindir de una atmósfera protectora aunque puede usarse para casos especiales.

El no uso de atmósfera es muy práctico porque para llegar a la dureza deseada suele ser necesario tomar muestras a medida que va subiendo temperatura, y esa maniobra sería muy dificil si se usara atmósfera protectora.

En el caso de ser imprescindible el uso de atmósfera protectora es necesario determinar por ensayo previo sobre una muestra hecha sin atmósfera, la temperatura óptima.

Temple y revenido de aceros especiales o inoxidables

Solo unos pocos tipos de acero inoxidable (los llamados martensiticos) son susceptibles de adquirir dureza por templado.

Ejemplo típico el AISI 420 o 410 usado en cuchillería, y su temperatura de temple se aproxima a los 1000°C, alcanzan una dureza algo menor que los aceros de alto carbono (llegan a 56/57 HRc contra 62/66 de los otros) pero tienen la ventaja de sufrir menores deformaciones por el temple y ser también casi inmunes a sufrir fisuras por lo mismo.

En aceros austeníticos puede ocurrir que por procesos anteriores o de baja calidad, el cromo destinado a darle resistencia a la corrosión se separe y precipite en forma de carburos.

Para restablecer su resistencia a la corrosión es necesario volver a disolverlos a alta temperatura y enfriar rapidamente para retenerlos en disolución.

Horno de temple
Horno de temple con piezas elásticas
Horno de temple 2
Resumiendo...

– Permite endurecer un material que reúna condiciones de templabilidad.
– El temple obtiene la mayor dureza posible para ese material y lo deja en un máximo de tensión que necesita ser aliviado por otro proceso, llamado revenido, para evitar el riesgo de fisuras espontaneas o que podrían surgir en el uso posterior de la pieza.
– El revenido también permite volver al material elástico.

El bonificado es un temple con un revenido a alta temperatura. Permite obtener una estructura homogénea dentro de un rango de dureza de 30 Rc que facilita enormemente la maquinabilidad.

Posible aplicación
Se puede aplicar solo a los materiales que por su composición química sean templables.